Se ha roto un diente

Vigilad siempre sus dientes

Como buenos cabezotas que son siempre están investigándolo todo e intentando subir allí donde no deben con el consiguiente peligro que al bajar calculen mal y se den un porrazo, o puede que mientras los tengamos sujetos para cortarles las uñas, en uno de esos brincos que meten si no los tenemos agarrados con fuerza pueden caer, golpearse contra el suelo y lastimarse en la cara.

Aparte de poder hacerse heridas en los labios, quizás veas que del impacto se le mueve o se ha roto alguno de los incisivos. Lo primero será curar la herida siguiendo los pasos que ya os comenté en su día.
Tendremos que asegurarnos que no tiene dolor, lo notaremos porque dejará de comer, estará apático y puede que le veamos rechinar los dientes. Será primordial ponernos en contacto con nuestro veterinario de exóticos para que examine la lesión que se ha producido, le administre la medicación necesaria y en el caso de haber algún diente que se mueva decidirá si es mejor extraerlo o esperar a que caiga solo.

La pieza dental que se haya roto volverá a crecer en pocos días. Eso sí, deberemos observar su dentadura más que nunca para asegurarnos que crece y se desgasta correctamente.
Ante cualquier anomalía deberemos ponernos en contacto con el veterinario para que le haga una exploración dental a fondo y valore si es necesario alguna intervención para corregir posibles malformaciones que pueden llegar a ser muy graves.

Además mientras el pequeño esté con la dentadura mal le costará comer, durante esos días si le ofrecemos algún trozo de fruta, verdura tipo pimiento, zanahoria, apio... se lo cortaremos en trocitos pequeños para que pueda cogerlos mejor. Recordemos que ellos cogen la comida con los incisivos y los mastican y trituran con las muelas.
También podremos echar mano del Critical Care o de alguna papilla casera si vemos que come muy poco o nada.

Y recordad que por supuesto no hay nada como la prevención, evitemos que tengan acceso a lugares muy altos y estemos preparados para esos saltos que meten cuando los tenemos en brazos.