Si el lugar donde tenemos a nuestro conejo tiene altas temperaturas corremos el riesgo de que sufra un golpe de calor. Con 27º centígrados, más o menos, ya empiezan a sentirse incómodos y si supera los 30 hay que tomar medidas porque pueden pasarlo muy mal e incluso morir.
Tener al conejo al aire libre donde el sol le da directamente sólo es bueno si además le habilitamos una zona con sombra, en la que él mismo pueda resguardarse del calor.
En el interior de la casa solemos poner ventiladores o aire acondicionado, hay que evitar que el aire les de directamente si no queremos provocar problemas respiratorios en el animal.
Cuando empiezan a estar acalorados verás que pasan mucho tiempo tumbados, que incluso comen menos y además puede que les notes agitados, temblando, como aparecen mis conejitos en este vídeo.
Es momento de tomar medidas para evitar un golpe de calor. A través de las orejas regulan la temperatura, si hace calor y notamos que las tienen calientes podemos mojárselas por fuera e hidratarles ofreciéndoles verdura, sobre todo aquellas ricas en agua, un trozo de pepino o sandía por ejemplo.
Otra forma de refrescarles es congelando una botella con agua, la metemos en una funda de cojín y se la ponemos al conejito, se suelen tumbar al lado de ella para estar fresquitos. También podemos ponerles placas contenedoras del frío, mucho más cómodo para el conejito que la botella.
Si notas que empieza a respirar de una forma agitada, haciendo ruidos e incluso se desmaya, mójale orejas y cuerpo, es muy importante que el agua no esté fría porque un cambio brusco de temperatura podría provocarle una parada cardíaca. No esperes a ver si mejora, ante un golpe de calor hay que ir urgentemente a un veterinario de exóticos porque en cuestión de horas o minutos, podría morir si no recibe el tratamiento necesario.
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