En nuestra vida rutinaria usamos electrodomésticos o herramientas que producen un sonido que si en ocasiones para nosotros es molesto para un conejo más todavía.
Aspiradoras o taladradoras suelen ser los aparatos que más ruido hacen y tendremos que tener la cautela de no utilizarlos en presencia de los pequeños. Podemos coger a los conejitos y dejarlos en una habitación alejada con la puerta cerrada para atenuar el escándalo.
La música muy alta también les molesta, así que tenlo en cuenta antes de escuchar tus canciones favoritas.
En la calle igualmente a veces nos encontramos con ruidos que no podremos evitar, ladridos, obras y petardos son los más frecuentes.
Si bien un conejo no suele asustarse tanto como un perro con los cohetes, vigilaremos como reaccionan al sentirlos.
Lo único que podremos hacer en estos casos es esperar a que el alboroto pase, si se ponen nerviosos les hablaremos en un tono suave para darles tranquilidad y si se dejan acariciar mejor todavía.
También será bueno que tengan una caseta o una caja de cartón en la que poder esconderse, les hará sentirse más seguros.
Una vez cese el jaleo no os extrañéis si están raros, apenas se mueven, dan patadas con la pata trasera para mostrar su miedo y enfado, o rechazan la comida. Normalmente en cuanto ven que no hay peligro vuelven a ser los de siempre, puede ser cuestión de minutos u horas.
Todo el estrés que podamos causar a nuestros pequeños debemos prevenirlo en la medida que nos sea posible ya que un conejito estresado continuamente, enfermará tarde o temprano.
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