Por norma general hay ciertas partes de tu conejito que no dejará tocarse, habrá otras zonas que al acariciar incluso rechinará los dientes de placer. Esta entrada está escrita basándome en lo que a la mayoría de conejos les gusta, pueden haber excepciones como en todo.
Mi experiencia me dice que donde más disfruta un conejo con nuestros mimos es en la cabeza, sobre todo entre las orejas y en los mofletes.
También suele gustarle mucho que le pasemos la mano por el lomo.
Ninguno de mis 5 conejos se resiste a un buen montón de caricias en esas partes, acaban castañeando los dientecillos y todo, recordemos que eso es un signo de agrado.
Si le tocas la barriga o la zona de la papada, suele dejarse pero tampoco parece que disfrute demasiado.
Intentar acariciarle por el culete, cola y lo peor de todo, las patas... será algo que no le guste nada de nada. Normalmente no se deja tocar ahí y demostrará su enfado marchándose, si insistimos, puede llegar a gruñir, patalear o dar pequeños mordiscos. El conejo es un animal de presa, por eso odia que le toquen las patas, no se siente seguro si le tocan la zona que le permitirá huir en caso de peligro.
Es importante saber que si el conejo acaba de llegar a casa será raro que nos deje tocarlo o que pida mimos, poco a poco tendremos que ganarnos su confianza para estrechar nuestra relación con él.
Y recuerda que no suele gustarle que lo cojan en brazos, siempre prueba las caricias desde el suelo y puede que con el tiempo, sea él quien venga dándote con el morrito para que le hagas caso o que incluso disfrute de una buena sesión de arrumacos estando en nuestro regazo.
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