martes, 6 de febrero de 2018

Ahorra heno

"Mmmm, ¡qué rico!


Llenas la henera, el conejo empieza a comer, lo saca con las patas y lo deja tirado por el suelo, vuelves a meterlo dentro, pero no se lo zampará con las mismas ganas ya que al pasar el tiempo el heno no está tan fresco como cuando se lo pusiste.
Lo mejor es no ponerles mucho, si puedes permitirte estar atento y cada vez que vacíe la henera volver a echar más, hazlo, de esta forma no te verás obligado a tirar el heno que dejan por ahí esparcido harto de ver como pasan las horas y no hay manera de que se lo coman.

No son tontos, no es lo mismo comerse el heno recién puesto a hacerlo horas después y comprobar que no tiene esa frescura del principio.



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