Para evitar que esto suceda deberemos mirar en el interior de las orejitas y si vemos cera acumulada con un bastoncillo podemos sacarla, sin llegar a profundizar ya que le podríamos hacer daño. También una vez a la semana y aunque no veamos cerumen procederemos a una limpieza más a fondo ayudándonos de una jeringuilla de 1 mililitro y de suero fisiológico, ambas cosas las encontrarás en tu farmacia habitual.
Llenamos la jeringuilla, sin aguja, de suero hasta 0,5 ml., levantamos la oreja y lo echamos dentro sujetando con firmeza ya que el conejito se moverá e intentará sacudir el suero antes de tiempo. Después y sin soltar la oreja damos un breve masaje y dejamos, ahora sí, que el animal sacuda la cabeza, luego repetimos la misma operación en la otra oreja.
El masaje ayudará a deshacer la posible cera que pueda tener dentro.
En este vídeo donde salen dos de mis conejitos, Bunny y Hank, veréis mejor cómo llevar a cabo esta tarea y recordad que sólo es necesario hacerlo en los conejitos beliers.
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